Juanestepa

Olvidarte.

Hay cosas peores que extrañarte y una de ellas es que pensar que nunca hubieses estado en mi vida. Nacen preguntas llenas de duda imaginando tan triste suceso, ¿y entonces yo que haría? ¿Qué hubiese sido de mi vida?

 

Tal vez vagas sensaciones hubiesen pasado, dejando un camino sin nada que recordar, nada interesante de que hablar, sin algún hecho que me hubiese marcado, si a mi vida no hubieses llegado y por eso te extraño, porque supiste dejar tu huella, aquella huella que me imposibilita el pensar alguna manera de olvidarte.

 

 ¿Olvidarte?, Que palabra más absurda para mi mente, que solo ve como salida el dar un respiro y mejor aprender a vivir con tu recuerdo. Porque vaya que lo he  intentado, he intentado dejar regados mis besos sobre cuerpos ajenos, tratando de hallar uno que me acoja y me haga saciar esa idea de amar de nuevo.

 

 He buscado más allá de mis sueños unos labios impregnados de pasión para calmar esta ansiedad y al final término encontrando tu sonrisa, dominado por el aroma de tu pelo y no hay pensamiento alguno que no esté junto a ti.

 

 Donde mi vida demarca tu ausencia, aquella ausencia que se nota en mi mirada, donde se limita a pronunciar tu nombre aunque lo lleve grabado en mi memoria.

 

 Quizás debí escuchar mis pensamientos, cuando al conocerte me advertían que enamorarme de ti era una guerra que de seguro perdería, pero que importaba y más si sabía que iba caer agonizando entre tus brazos, que sería ese simple hombre del cual obtendrías todo su amor.

 

  Y es que no soy bueno en dejar de pensarte, o dejar de mencionarte al contar algo interesante de mi vida y extrañamente siempre que hablo de ti, termino contando como ante tu belleza puse mi alma a tus pies, solo por un poco de tu amor.

 

 Como ante cualquier problema que me presentaba la vida, bastaba con sentir tu calor y enseguida el miedo se iba, como eras el deseo, la ternura y el amor encarnado solo en una, como eras mía, mía  y solo mía.

 

 De hecho haré de cuenta que pude olvidarte cuando logre callar esos gritos y no salga el sonido de mi voz con tu nombre, no encuentro manera para fingir que ya te olvide, porque sigo creyendo en nuestras promesas, cada fantasía que teníamos juntos.

 

 Lo siento, me rindo. Realmente creo que lo mejor sería que estuvieses aquí poniendo nuestros sueños en mi boca con tus labios y para siempre, porque realmente vivir sin ti ya es mucho esfuerzo para mi corazón, y olvidarte esta fuera de mis capacidades.

 

¿Para que olvidarte, si eres y seguirás siendo el motivo por el cual me di cuenta que fue bueno tenerte en mi vida?

 

<<Ya se te hace tarde para amanecer a mi lado y poder llevarte el desayuno a la cama, mientras te digo “Amor yo llevo los niños al colegio”>>