Víctor Callirgos
Nuevos Cielos, Nueva Tierra
Está signado desde el principio: ¡Nuevos Cielos, nueva Tierra! Termina, pues, la fase terrícola, para dar inicio a la fase xolar o crística, la redención humana y planetaria en el Nuevo Real Tiempo que me ocupa.
He aquí, desde el principio de los tiempos, señalado estuvo, y ahora en la labor de contacto, en el amanecer de la mente superior que columbra la presencia de los Mayores, Maestros, Ancianos y Mentores, llega el tiempo de la ascensión a esta realidad, en donde nadie es mayor ni peor sino que todos son criaturas hechuras por la Altísima Sabiduría para el cumplimiento de su propósito o fin que estáis por alcanzar.
Todo es amor y sabiduría, nadie encasille a nadie; sólo prosigan; si alguno me ama, me verá en su semejante, pese a que os pueda no parecerlo, yo estaré allí por si me amáis. Reconoced, pues, que ocupo todo lugar y que mi justicia se encarga de dar a cada uno conforme a mi misericordia. No os detengáis en vanas apreciaciones; amad, sobre todo amad; amaos a vosotros mismos y tened compasión.
Cumplid vuestro rol acelerando la armonía y la luz hasta donde vuestra mente columbre. Recordad que no sois vuestros, recobrad vuestra memoria y comprended que sois obra del amor perfecto. Os confieso y os confío que desde el principio estáis sellados con mi sello. El sello del Dios Vivo es mi amoroso nombre perfecto con el que os sellé. Por tanto, no os afanéis y dominad con amor vuestras pasiones. Yo estoy con vosotros en este amanecer, voy delante de vosotros abriendo las puertas. En verdad, lo notáis.
En la unidad del propósito que compartís con vuestros maestros, os he confiando el mayor de los secretos, yo, mi nombre mismo, con vosotros, para gloria mía y del universo. El Cosmos salta, late y vibra de alegría, de íntimo regocijo porque llegáis a la fuente de la palabra viva, la fuente inagotable de los divinos deseos. Proveed, servid, llenad, sanad, Llenaos, para ello os hice y os traje hacia mí.
¡Nuevos Cielos! ¡Nueva Tierra para vosotros! Cruzad el puente y transformaos, contemplaos nuevos y contemplad lo nuevo: ¡Ya estoy y está aquí! Ciertamente os dije: “Creedlo para crearlo”. Yo soy quien lo hace; yo, en vosotros. Os diré, “Hijos míos” y os abrazaré y os llenaré de mi ternura, porque os he amado y os amo. Ahora, pues, tomad el báculo de mi poder, floreced y perfumad.
No os canséis ni os detengáis de hacer y haceros bien. Vuestra bondad y comprensión empiece por vosotros mismos y llene y abarque el universo, la totalidad. Mantened la gracia, la paz y el contacto, porque es acelerado el proceso de cambios para la manifestación de lo prometido. Mi palabra fiel se cumple en mí y en vosotros que sois míos; vosotros sois mis testigos. Yo soy el Verbo, la Palabra Sagrada y su fiel cumplimiento. Venid, ahora. ¡Paz!