Héctor(micorazón)

“Solo yo y mi hija” - Relato

“Solo yo y mi hija”

….

Las canas delatan en su cabello como el tiempo había pasado rápido, canas dignas de respeto, manos ásperas, ojos tristes a sus setenta y cuatro años de vida…llega al mostrador una mañana:

 

-”Véndame un producto para abonar joven”

Ella recibe el producto, cancela  y a reglón seguido dice:

-“Ay joven me olvide ayer que salí y no lleve el producto, dejé a mi hija solita en la casa”

-¿solita? Pero… ¿es pequeña?

“¡no! Ella esta discapacitada”

 

La Señora toma aliento y prosigue haciendo memoria….

 

No hay nadie más que mi  hija enfermita y  yo joven… Vivimos las dos solitas en un caserón...

-¿y su esposo?

-“el ya no está, murió…… ”Cuando él y yo nos casamos, (recuerda ella) hizo ese caserón y yo le decía: ¿y para que tan grande esta casa, si somos los dos solitos?

-¿ves ese enorme balcón vieja?  Es para asomarnos allí ya cuando viejos  ver como corren nuestros nietos jugueteando…

 

Efectivamente procrearon nueve hijos,  cuatro hombres y cinco mujeres,  mas…

 

- nunca llegó a conocer a sus nietos (dice ella con la voz quebrada). Ya son veinticinco años y no me volví  a casar…mire como es la muerte joven, llega sin avisar….Un viernes a eso de las 11:30 a.m. salió a buscar la muerte (prosigue la dama)…

-Vieja

-Mande

-¿ya está lista la comida?

-yo todavía no he cocinado como andabas por el desmonte…pero hay coladita

-ya pues pónmela a enfriar que me voy a comprar un alambre, voy a ver si el patrón me da unos dos rollos de alambre y el domingo pasado mañana nos vamos con usted para que me ayude a sostener porque vamos a hacer una puerta.

-bueno pues, pero tan apurado que eres, ¿Por qué no dejas eso para otro día?

-ay es que se me va la semana y no hago nada después

 

Así, ella terminó aceptando y le plancho su muda de ropa para que emprenda el viaje del que jamás regresaría.

 

-vieja dame la plata que te di a guardar, si me fían le dejo la mitad….

 

Ella le entregó los $500 sucres que le había dado, y el…se fue.

Llegó al pueblo, hizo la compra de los rollos de alambre, y antes de regresar a casa, se propuso visitar a su hija que vivía allí.

Después de salir de casa de su hija parado junto al camino, esperaba aquella “rancherita” que hacia viajes para el recinto donde él vivía…

 

-él estaba parado y de pronto como un fantasma, aparece un carro grande cargado de madera y lo aplasto, lo destrozo todito joven créame lo dejo deshecho, decho lo mato…. Los amigos lo cogieron y me lo trajeron a mi casa mis hijos lloraban yo ese día no supe que más sucedió me desmaye…

 

Han pasado veinticinco años y solo queda una mujer que trabaja la tierra con sus manos de sol a sol, también se dedica a criar aves de corral y cerdos. Sale de su casa como relámpago porque debe regresar en un parpadeo…

 

-Es duro (dice ella) es duro joven créame y más cuando ya una está vieja, yo en la soledad de ese caserón miro a mi hija y me pongo a pensar que será de ella cuando yo me muera…mis hijos están lejos unos viven en el extranjero, solamente una hija mujer a veces me manda platita para las medicinas…

…Ya cuando los hijos son grandes se olvidan de uno y se ocupan de su vida y atienden sus problemas de familia…yo los entiendo, no los juzgo joven. Ya por eso solo me toca seguir trabajando ya mis fuerzas no son las mismas pero sigo.

…….

Hoy conocí ésta historia y me propuse compartirla…sabemos dónde nacemos mas no sabemos donde ni cómo ni cuándo moriremos…No hay nombres… ¿para qué? Tanta gente que vive la misma historia creo que ustedes le pueden poner nombre y apellido a la tragedia de una mujer anciana trabajadora que lucha contra enfermedades y que tiene una fortaleza gigante en el corazón… el poder del amor a su hija.

Bendiciones amigos.