Maisam

Era un ángel. (Cuento corto)

A lo lejos el ruido de un tren, un dolor fuerte en la cabeza y todo se nubla. Abro lo ojos, pero a mi alrededor nada es como antes. Mi vista es diferente, una nueva perspectiva. Veo personas abrazadas, llorando... Pero los miro desde arriba. Mil preguntas pasan por mi mente, cierro los ojos y duermo. 

Al despertar, ahora en un sitio raro. Me encuentro vestida de blanco, y una persona me invita a sentarme... al parecer en... ¿Una nube?

-Hola, no te molestes en preguntar, voy a decirte lo que quieres saber.- me dijo una dulce mujer, vestida de dorado y con una corona de flores.

Me senté, escuche, comprendí. Aquella mujer me dijo estas cosas:- Jovencita, has muerto. Pero ahora estas en el cielo, eres un ángel.- Y sin que yo pudiera hacer pregunta alguna me contó todo.

Al parecer yo me desmaye y morí, así nada mas. Pero me dijo que, como ángel, podría bajar a la tierra, y por unos días aquellas personas a las que yo quería mucho iban a poder verme y sentirme. 

"Solo podrás tocar una vez a cada persona, después ya no te sentirán, solo te atravesaran", me dijo aquella mujer. 

Sin mas palabras, me mostró una bruma, me dijo que eso me llevaría a la Tierra. Baje, no caminaba, flotaba en el aire. Me deslizaba. 

Tarde algún tiempo en reconocer las calles, pero un aroma familiar me llevo al lado de una niña muy bonita, que jugaba cerca de una mujer. "¡ Mama, ahí esta mama!" Dijo la nena... Una angustia en el pecho me llego, al recordar que había dejado en la tierra a mi hija pequeña. Y ella fue la primera en verme. 

Corrí, le sostuve la mano, y le dije que a nadie le diga que me veía. Le dije que jamas la iba a dejar sola, le dije cuanto la amaba. Ella me sonrió y me dijo: "mama pasala lindo en el cielo." Como sabia que era la ultima vez que iba a poder sentirla, la abrase tan fuerte, que de pronto sentí que volvía a estar dentro mio. 

De pronto la mujer que estaba con mi hija comenzo a llorar, como si recien se hubiese dado cuenta que yo estaba ahi. La mujer corrio, me abrazo y me llamo "hija". Y en ese momento abrase por ultima vez a mi mama.

Le conté como fue que había bajado a la tierra, y me despendí, diciéndole que siempre estaría vijilandolas.

Luego de tan fuerte encuentro, decidí ir a un lugar donde nunca había ido en vida, donde pudiera pensar. Solo lo vasto con que deseara estar en ese lugar, y me transporte hasta ahí. Era un lago, enorme. Rodeado de arboles, y lleno de puro silencio. Yo no conocía ese lugar. Estuve ahí mucho tiempo, pensando y planeando, como me presentaría ante el amor de mi vida. Ya que después de aquel día jamas podría tocarlo otra vez. ¿Los ángeles podrán hacer el amor?, me pregunte. Y si lo hacia, y me mandaban al infierno...? 

Por un momento pensé en las cosas que nunca pude hacer, en las que no pude conocer, en las que me gustaban y jamas las haría otra vez. Entones desee leer, y un gran libro apareció en mis manos. "Romeo y Julieta" de Shakespeare. Pero no lo leí, porque una extraña voz,  (que salia de no se donde) me recitaba cada párrafo. Una voz mezcla de dulce y sensual. 

Al fin tome coraje, fui en busca de mi amor. Lo encontre, con una foto mia en sus manos, y llorando... Se preguntaba ¿Por que?

Quise abrazarlo. No me anime. No sabia cuanto duraría ese ultimo momento de roce. 

Me sente a su lado, y le susure: " Todo va a estar bien mi amor, yo estoy cuidando de nuestra hija, y de ti. Nunca te dejare solo, mi  amor." 

Me escucho, se dio vuelta y quedo mirándome, como si hubiera visto un fantasma... y de hecho, lo estaba viendo.

Antes de que pudiera preguntarme algo, le explique que ese era nuestro ultimo momento. Le dije que quería sentirlo en mi por ultima vez... El tenia miedo, no me lo dijo, pero lo sentí. Entonces, entre caricia y beso, entre lágrimas y sonrisas, hicimos el amor por ultima vez... Terminamos, pero seguíamos ahí, el me veía yo lo sentía, todavía no era el ultimo momento. "Comamos algo" dije, quizá si seguíamos hablándonos el ultimo momento no llegara nunca. 

Comimos, reimos, nos seguimos besando... En un momento, nose porque, el me dijo: "comes mucho y no engordas" 

Yo le conteste: "Es que ahora, puedo comer, comer y no engordo!! Eso es bueno..." Pero recapacite y le dije, "no, no es bueno, estoy muerta"... En ese preciso momento una luz bajo del cielo, y me dijo... "Bonita, ya es la hora, despidete"

Mi amor me abrazo, tan pero tan fuerte, que me desvanesi en sus brazos. Ahora si, era completamente un angel, ahora ya no me podian sentir. " Me voy mi amor, vos hace tu vida. Que cuando llegue el momento, nos volveremos a encontrar y a amar" 

Y así me fui al cielo, y esa dulce voz, me decía, "Vamos al cielo, arriba, vamos arriba"

 

"Arriba, vamos arriba" me decía una voz, abrí los ojos, y abrazada a mi amor estaba yo. Mientras la dulce voz de mi hija me decía "arriba, vamos" para despertarme del loco sueño que tuve hoy, en donde soñé que moría y me convertía en ángel...