Andrés Mª

ADIOS, MI RÍO, ADIOS...

Mi querido amigo río…

Y mi barca a la deriva,

bajo unos cielos muy fríos,

que lloran en compañía

con estos ojos tan míos,

que antes siempre sonreían.

Se rompió el hechizo mágico,

se esfumaron las caricias

que empujaban mi navío

con el beso de las brisas.

El sonido de la mar

me llama a gritos, de lejos,

donde ruge el huracán

que barre los sentimientos.

Y voy nadando, sin paz

por tu cauce, por tu lecho

para lavarme la sal

que alarga mi sufrimiento.


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