Fué una tarde de marzo en que te vi,
No lo podía creer pero eras tú, si tú,
Quién un día se alejó, sin despedirse,
Aunque ya no importen los motivos,
Pues ya estás aquí, ya regresaste,
Alegrando a mi indecible y yerto corazón,
Que no podía ni quería vivir sin tu amor.
Fueron meses, fueron días sin tenerte,
Sin hablarte y sin mirarte vida mía,
Que mi cuerpo y mi alma casi inertes,
Añoraban y ansiaban tu felíz regreso.
Grité a los cuatro vientos que te amaba,
Y en la penumbra de la noche te deseaba,
Susurrándole a la luna mis secretos.
Pero un sol radiante entró por mi ventana,
Despertando de mi soñar , con tu llegada
Sintiendo como nunca la dulzura de tus besos
Y la pasión de tus abrazos anhelados
Hoy que nuevamente estamos juntos,
lo sabemos, que me amabas , que te amaba,
Y que nunca mas estaremos separados.