Yadira Murta

¿La culpa? ¡Del gato negro!

¿La culpa? Del gato negro

que se cruzó en el camino.

¡Desgraciado ese felino!

(Si lo veo no me alegro)

 

¿Pecado? El de la escalera,

que abierta en justo pasillo

me obligó, listo diablillo,

a surcarla aunque no quiera.

 

El error fue del espejo

¡Romperse así, en pedazos!

Me augura malos porrazos

de aquí hasta que sea viejo.

 

Un yerro descomunal

que acrecienta mi desdicha:

la muy mala, la muy bicha,

quiso caerse la sal.

 

¡Qué desliz esta mañana!

Me levanté en el izquierdo.

Mas llegamos a un acuerdo:

la culpa nunca es humana