Luis Elissamburu

Casi en primavera

Casi vine al mundo
con el asomar de las flores.
 Pero, el invierno,
reclamó derechos
y me dió sus dones.


 El viento,
en su potestad,
me hizo su hermano.
De pequeño,
recorría las nubes
aferrado a su mano.

Nunca tuve frío,
ni extrañé
las noches claras.
Me abrigó la niebla
 y el fuego encendio
en la vieja cabaña.

Dejáron de emigrar,
 los pájaros,
para quedarse conmigo.
Y unos extraños duendes,
 me contáron historias
 en interminables domingos.