Fernandotorres

BASADO EN UN CRIMEN REAL

No fue una.

No fue dos.

Ciento veinte le asestó.

A cada tajada

un manantial

de sangre caliente

ahogaba la habitación.

No fue una.

Los cuchillos

apenados

por la víctima

se troncharon antes de tiempo.

No fue dos.

Cada poro

de su cuerpo

tuvo su aguja

de dolor.

Aun muerta

no descansa.

Ciento veinte le asestó.