Me duele el alma,
al ver los niños de la calle
que tienen hambre,
que andan descalzos,
desamparados,
con frío y con llanto en sus ojos.
Me duele el alma,
ver, escuchar o saber
que violaron a una niña o a un niño
inocente, tan limpio y tan puro;
desgraciándole su vida,
su cuerpo, su mente
y quitándole la tranquilidad al dormir.
Me duele el alma,
el saber que hay organizaciones
que secuestran niños, niñas y jóvenes
para prostituirlos
o para utilizarlos en el tráfico de órganos.
Me duele el alma,
ver la pobreza extrema,
donde familias completas
no tienen comida ni agua,
porque el gobierno estúpido y corrupto
prefiere mantener a su pueblo
sin fuentes de superación.
Me duele el alma,
ver a un enfermo o anciano
desamparado, sólo y abandonado.
Me duele el alma,
ver la guerra
donde muere gente inocente
y se derrama sangre por las calles sin cesar.
Me duele el alma,
ver como los jóvenes se drogan
y se echan a perder en los vicios
destruyendo su vida, su salud y su familia.
Me duele el alma,
ver sufrir a una mujer,
porque hay quien las golpea,
las humilla, las ofende,
las pisotean, las violan
y las torturan psicológicamente.
Me duele el alma,
saber que hay gente que no conoce a Dios
y su vida es como un barco a la deriva,
sin rumbo y sin dirección.
Me duele el alma,
ver la maldad de las personas que asesinan
y saber de sacrificios humanos,
donde adoran al diablo.
Me duele el alma,
ver como día a día
destruimos nuestro planeta
con tanta contaminación a nuestra atmosfera,
nuestros mares,
nuestro suelo,
nuestros bosques,
nuestros ríos,
nuestros lagos
y sobre todo
por contaminar nuestra conciencia.
Copyright © 2013 por Pavlov Agüero.
Libro Sentimientos del alma:
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