Mirando el horizonte, sumergirse a lo lejos recuerdo tu adiós cantando nostalgia, brincando los rincones vacios y perplejos, rayando el alba fuerte que contagia. Con tus lágrimas sellando las ilusiones del poeta enfrentamos el anochecer triste y violeta camino a la soledad de nuestros sentimientos sin palabras, sin murmullos pero sedientos. Tu última mirada fue tan intenso tan amante de mi, yo tan necesitado de ti dibujamos sonrisas en nuestras mejillas sonrisas de rocíos que destilaron el adiós. Tu último beso fue tan inmenso tan ardiente por mi, yo suspirando por ti aprendimos lenguajes tan sencillas lenguajes sencillos testigos de nuestro adiós.