Una copa de vino,
noche casi,
con la penumbra que me cobija,
en la calle la lluvia canta tristemente
su canción de soledad.
Añoranza de ese amor
que me hizo soñar
vibrante emoción
que me permitió vivir
que dio a mis días color
y que un día me abandonó...
Anhelo de una nueva ilusión,
en el otoño de mi existencia
luchando por olvidar
engaños, dolor, traición.
Pero el fantasma de tu recuerdo
rasga el alma con su lamento,
apasionado de un sentimiento
que lacerante busca angustiante
saciar su hambre
segar de cuajo toda esperanza
matar mi espíritu
cruel felonía
digna heredera de tu traición.
Nostalgia que me encadena
a tus brazos, a tus besos, a tus caricias,
a tu sexo, a tu calor,
nostalgia que quebranta
alma, vida, corazón,
Que me impide acallar
los gritos de esta desolación
causada por el olvido de tu ternura
por la perdida de tu afecto, de tu cariño
de tu cuerpo, de tu amor.
Derroche de soledad,
por la nostalgia de esa ilusión...