Estilo del poema: Olla a presión.
 
Me he quedado pensando... situaciones adversas
 he quedado... hablando palabras imposibles
 
me he quedado mirando la boca
 modular el lenguaje inimaginable de una ruptura...,
 me he quedado mirándome, sólo en solitario...
 
 he quedado con las manos vacías
en actos necios sobre el verbo
 tatuado con ácido en mi sonrisa...,
 
 me he quedado sólo en solitario...,
 ocupando mi boca para arrancar astros
 de tus ojos enhebrados de la muerte...,
 
 me he quedado mirando el alba desgarrar tu piel celeste
 donde te desnudas cada febrero
 mirándome padecer agotado entre las últimas gotas
 de ojos pendulantes con el suicidio del universo
 
 y no!! no me queda la ceguera, mirándote fuera
 desnudarte con el tiempo, mientras más te ahogas
 
sofocándote con tus manos de vinagre
 acariciar los viñedos enredados de la angustia
 
 mirándote caer ante la esclavitud de la gravedad
 y acotar..., la fuerza..., en tu pecho,... crisálido...,
 quebrarte hasta romperte en cuchillos líquidos
 en la gravedad de asesinar el corazón sepia
 que se amarra con el castigo del suelo
 mirándote dentro de una botella quebrada
 
 así como miras caer mi sed al fondo de mis vicios
 mirándote con la ceguera de mis ojos ambulantes
 en la invalidez de amarte y no llegar a tocar el vino
 que escribes de tus ecos sanguíneos,
 
 así de amarte... 
 
 así de olvidarte...
 
 olvidarnos?
 
 sentirnos- hasta estrujar el corazón, y secar toda gota de sangre...,
 así de amarnos con todas las razones esquizofrénicas
 hasta alucinar el cuchillo de tu boca
 deshojar la espinas de mis labios,
 al dolor de la sangre, al amor de pensarnos
 )Sí de la mente nos olvidamos
 y al corazón nos recordamos(
  
 ... necesitamos de toda la psicosis de un mundo
 perseguido por las sombras oscuras del mañana
 para amanecernos dentro de una burbuja vocal
 y asentarnos en el más perfecto delirio
 así como del limbo te dibujé el universo de mi pecho,
 clavándome cada vez más, la astilla doliente del presente... 
 
 Y... necesitamos amor...! de toda la locura inimaginable
 para desnudarnos y sacarnos la piel, 
 asentar nuestros huesos sobre el equilibrio 
 de una nota fúnebre, reparando las bases del cielo
 que nos unen y des-unen cuando miramos la inestable
 solicitud de amarnos mientras más lejos nos perdemos...,
 
 Y claro, amor amor amor, amor más allá de una palabra necia
 quedaré mirando los viñedos de un mar avinagrado
 que se unta con la sangre de mercurio
 que se aleja cada vez más
 del oxigeno que te di de beber 
 cuando tu agonizabas y yo conocía la vida...
 
 
¡Tú... vives! conoces la paradójica muerte de vivir,
 calcinando el recuerdo de mis huellas en la sepia...,
 
 y... yo agonizo... me esclavizó
 a una condena que no muere con los días...
 la soledad de esperar las aves del universo
 y como navajas caen como óxido en mi pecho...
 
 Carlos...
Febrero...
Santiago de Chile...