asierolea

Eres mía.

De todos los venenos

el que a mí me más me vicia

es cualquiera de tus dos grandes senos

y de ellos cualquier tipo de caricia.

No me paran los frenos,

me puede la avaricia

ya que deseo los dos y no menos,

tan grande es mi codicia.

Bajo por tu cintura,

noto nuestra fricción

y cómo se me va poniendo dura,

excitado por tu respiración

acelerada y tu sexy postura,

esa dulce obsesión

que guía mis manos y mi locura

colmando mi pasión.

Mi cabeza se empieza a volver loca,

y también mis cojones,

está dura, cual roca

gracias a tus pezones.

Comienzo a usar la boca,

no me faltan razones;

la culpa es del clítoris, me provoca,

y yo le respondo con lametones.

Ya no puedo aguantar

sin ocultar mi malvada sonrisa,

te voy a penetrar

pero lo hago sin prisa,

pues me hago de rogar

disfrutando tu expectación sumisa,

sigo el movimiento sin vacilar

y gritas bajo mi fuerza precisa.

Subo y tus labios beso,

y tras decidir ser más retorcido,

juego con mi sinhueso

y, soltando un gemido,

tus dos pechos sopeso,

pues aunque nunca he sido un entendido

hoy seré muy travieso,

hoy, que parece que esté poseído.

Juego, toco y te muerdo

mientras te contorsionas,

yo sintiéndome un cerdo,

y tú hirviendo en hormonas.

Ya sé que no estoy cuerdo,

pero es que me apasionas,

ya sé que este será el mejor recuerdo

de nuestras cucamonas.


Asier Olea

http://www.unapausaentuvida.blogspot.com