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Por ti (I)

 

Si me faltas tú...

mi yo se hace tan grande que me convierto en nadie.

La cordura se vuelve locura

y el oxígeno se convierte en un gas asfixiante. 

 

Si me faltaras tú...

esa pena llorada volcaría una marea

con la que crecerían océanos y mares,

así inundándose la tierra,

apagándose las olas,

la luz de planetas y estrellas,

todavía hoy, fulgurantes,

y con ello, su polvo volvería

diminutos a enormes gigantes. 

 

 

Si me faltas tú...

las consonantes no suenan,

las vocales pierden cualquier expresión,

(hasta su ser, de ser, onomatopeyas),

dejo de entender importantes significados,

desconozco aquel esperanto,

que abarca todos los lenguajes.

 

 

Si me faltas tú;

la seda me araña,

la lluvia ya ni moja,

(se vuelve seca),

se quiebra el riego

y muere la siembra.

 

 

Amargo resulta el no tenerte,

entonces, cortante cuchilla es la nostalgia,

es depresión y pereza.

 

 

 

Si me faltaras tú...

desaparecerían las vacaciones del año.

Mi frescura decaería falta del rocío,

pues, tú, eres la aurora que alumbra

y quiero que alumbre mis mañanas.

 

 

Tú, ese norte que indica.

Brújula vespertina.

Tú, cuando con caricias me bañas;

crece mi paz

y en mi rostro brotan unas alas;

una sonrisa. 

 

 

Si me faltas tú...

me pesa como el plomo la ropa,

débil me siento,

tropiezo hasta con el negro de mi sombra.

 

 

Si me faltas tú...

los cometas se confunden, se extravían.

Se enredan con relámpagos las nubes,

endureciéndose sus formas,

cual porcelana reventando,

sobre cerámicas y duras losas.

todo los colores se oscurecen,

pierden hasta la voz de su memoria,

todos los espacios vacíos se vuelven,

se desvanecen los encantamientos

que contenía, desde los tiempos, la historia. 

 

 

 

Si me faltaras tú...

el principio de tantos detalles

cae por un precipicio ni naciendo,

al resquebrajar el silencio de tu ausencia,

el embrión, del que estos mis gozos

y placeres surgen. 

 

 

Si me faltas tú...

torpe me vuelvo,

me sumerjo más abajo del infierno,

no quiero presentarle  saludos

a ningún tiempo,

y hasta la última lágrima de mi corazón

pierde cualquier sentimiento.

 

 

Celosamente protejo el amor que te tengo,

abiertamente lo muestro al mundo,

creyendo que aunque se diga

que escrito está el término,

que no existe nada para siempre,

nuestro amor presiento...

sí es infinito, sí que mora en lo eterno.

 

318-omu G.S. (Bcn)