carminha nieves

Y SEGUIMOS

 

Torbellino de  dificultades, envueltos en ellos, casi no pensamos en algo que nos da la esencia de la vida. Casi olvidamos la necesidad de amar e sentir  emociones.

En mi música  me refugio, dejo volar mis pensamientos, una paz me invade, salgo de  estas cuatro paredes, como pluma ando por el aire e me  transformo, siento mi alma y corazón, retrocedo a algo que tuve y tengo pero que está un poco olvidado. No quiero que esto pase. No se vivir solo materia, quiero  sentir emociones, quiero ser la de ayer, aquella que  en la distancia sentía amor por alguien, soñaba despierta, con ansiedad esperaba  el momento  de mirar unos ojos que me miraban con cariño.

Tengo que luchar, desprenderme de  mi entorno,  escapar a la dureza del tiempo terrible en que estamos.

Lo consigo, lo sé. Tengo que ser distinta, no mirar para el suelo, pero para el cielo. Atravesar las nubes, ver más allá,  limpiar de la realidad mi pensar y dejarme abrazar.

Quiero sentir el calor humano, quiero  vivir sin estar aislada de mi corazón. Quiero tener lo que el dinero no compra, tu cariño.

La felicidad, soy yo, la paz, el  amor y el sentir también. Pluma seré, tú el viento que me lleva para algo más  importante que el desgaste del día a día.

Con las manos dadas, pasearemos delante de todos, sin miedos ni vergüenza, seremos  solamente lo que somos.

No importa lo que piensen, ni que no lo entiendan, qué más da, si nuestra vida es nuestra, si no lo quieren aceptar que vuelvan la mirada al otro lado.

Una fortaleza, tenemos que ser, en esta mezcla de envidia y mal pensar.

Si nos queremos, solo un camino nuestro y privado importa, lo demás es fantasía.

Yo quiero la realidad, saber que te tengo, con seguridad de tus sentimientos,  la verdad no habla, se siente.

Por ti he batallado, por mí hiciste lo mismo,  no dejemos que nadie nos quite este bien estar, este vivir como si  estuviéramos aislados sin nadie espiando y reprochando  nuestra decisión, de sentir la felicidad. En mi música vives, dentro de mi pecho, nunca saldrás. Abrazados bailaremos  al compás dulce de la belleza de nuestras almas de niños.

Nunca apagaran el  lucero, que ilumina nuestro querer y nos da la fuerza de vivir  con casi nada, todo he dejado atrás, que se sirvan a gusto y lo disfruten. Por  mí, también lo hiciste.

Lo que importa es, habernos traído nuestras  almas, enfermas de  sufrir y haberles dado salud.

Oporto, 19 de Diciembre de 2012

Carminha Nieves