Sara (Bar literario)

Insomnio y el punto cruz

Buscaremos palabras que no dijimos

Para llenarlas de culpa y rezar por ellas,

colgarlas junto al cartel de lo que omitimos

 en días de sequía.

 

Lo sabía yo, pero no dije nada

Tú sabías que no había nada que hacer.

 

Es imprescindible en esta soledad violácea

alquilar ojos, fiar caricias

de tiempos remojados en invierno

y en ninguno de estos males

tu olvido, recogerte.

 

Recogerte del piso,

En la sombra del silencio enfurecido

Negado a la brevedad del sueño

Negado a mí, como el mar en tinieblas.

 

 

Trasquilas los minutos de abstinencia

En noticias que son de países, animalidad en nuestras gentes.

Contener tu tacto en las costuras de mis cortinas

Y dormir con el brebaje de tu amor en las velas.

 

El sentido es cuestión de acoplarse a la noche y a sus relieves

 

Buscaremos palabras que no dijimos

En libros rayados a contrarreloj del abstracto concierto;

El fósforo, el  peluche muerto por abrazos y el oído de un sordo

Colgado en la metonimia de Roma, o un palíndromo análogo.

 

El sentido es cuestión de acoplarse

a la asociación de la noche y sus conjeturas.

 

Nos buscaremos en la médula de contrasentidos.