luz

Mosaicos de mi madre

 

Conmovedoramente bella, era mi madre

De azabachadas cabellera, cejas ligeramente

encorvadas del mismo matíz. En sus dos balcones,

largas pestañas.

 

Sus facciones regulares, delicados perfiles de su nariz,

aquella veneradas por las obras clásicas.

De puro marfil su epidermis. Boca de suaves contornos,

bien delineados, en sonrisa plácida, a veces radiosa alborozada.

 

 Grandes ojos verdes esmeralda, de luminosas pupilas.

Cuantas veces me perdí, contemplándola, mientras de su negra cabellera

sacaba brillo reluciente, o pincelando sus labios de rojo carmesí.

Admiraba en ella, generosa delicadeza y majestad.

 

De imponente figura. Parecía modelo de la antigüedad.

Exteriormente serena, pero violentamente presa de emociones.

Conmovedoramente bella, era, mi madre.

 

luz teresa maldonado folkerts