Angel irredento

Poema de año nuevo



Suena el jazz del corazón
tú me esperas al final de una caricia
entre el sol y la sonrisa
que ilumina la pasión
resucita una canción

Sí, mis manos se sumergen
en tu blusa que dibuja
los cerros de la pasión

Sí, nos besamos con fuerza
mientras la luna despierta
las estrellas de algún cielo dormilón

Haces tuyo mi presente,
con violencia me perviertes
insaciable,
con tus armas de mujer

Y dormidos nos encuentra
el astro que nos calienta
abrazados como enanos
casi exhaustos y desnudos
nos despierta
con sus rayos inhumanos

Suena el blues de la mañana
y otra vez nos maquillamos
el rostro y los sentimientos
al compás de sus lamentos
mientras la prensa se inventa
nuevas crisis, mil afrentas  
y algún crimen

Vestidos nos despedimos
como el año que se pierde
en la historia sin que cuenten
la verdad de nuestra vida,
que no buscamos salidas,
a las crisis, ni diatribas
sólo nos mueve amor