Pasa la medianoche, mi cuerpo siente una onda seca y fría, esa misma onda me despierta. Camino hacia la ventana que por descuido he dejado entreabierta. Una fuerza extraña provoca que detrás de aquel cristal mis ojos acaricien el cielo. Noche triste, cielo negro sin luna ni estrellas jamás antes había visto. ¿Será que escuchan los quejidos de aquel año que agoniza?
Si, un año más agoniza y se queja entre alaridos que buscan el perdón, resignación ante el tiempo perdido. Lo que él no sabe, es que en realidad su tiempo nunca fué en vano, antes al contrario, fueron segundos, minutos, horas, días de lecciones cargadas de aprendizaje constanate.
El año que hoy desfallece atraves de sus meses nos presentó maestros de gran calidad. Aquel niño, aquel moribundo, aquel amigo, aquel compañero nos mostraron las herramientas necesaria para poder crecer como persona, como ser humano.
Otro año esta por nacer, cual crío del vientre de una madre, recíbelo con amor y aprende junto con él en cada hoja del calendario...hoy por hoy nada podemos hacer por el pasado que yace muerto en la lápida fría de nuestras culpas, errores y remordimientos...hoy por hoy estamos aquí no sabemos hasta cuando, por eso la impotancia de aprovecharlo al máximo, porque mañana, mañana no sabemos.
iFelíz Año Nuevo! Dios te bendice!