Ecco.

Mente e ilusión oscura y castigada

Y perdido entre las líneas escribo, no estoy seguro para quien o para que escribo. No se si estoy esperando que alguien lo lea, ¿O solo quiero escribir?... No escribo solo por simple capricho, escribo porque es mi única cura...

 

Un grito susurró, pero no llegue a escuchar. Ahora me escondo y lucho por soledad, después de años de oscuridad. Sentí ese frío recorrer mis ojos, y de alguna forma me ayudó a ver mejor... me veía muy indeseado y sin reflejo.
Le grite gracias porque eso creí correcto... y me arrastre en el suelo. Pero ella no le dio importancia. Siquiera dejó rastros de esa esencia que yo anhelo.

 

Mis ojos de felicidad drenaste... solo buscaba tu mano y mi última virtud apuñalaste. Soy un tonto, por esperar una mirada de una persona tan ciega, invidente. Tu mente ofuscada, tu alma obstruida... pero de todas formas te amo, es por eso que merezco agonizar de tu ausencia... y padecer la simple erosión de tu mirada...

 

A veces la única forma de soltar el dolor es gritando, gritando con las últimas fuerzas, gritándole a la pesadilla, relatando su propio asesinato. Pobres almas, aquellas que no pueden gritar, pobres almas llenas de vacío. Compadezco a la persona que no pueda gritar, pero envidio a la persona que no lo necesita.

 

La luz no ilumina completamente el camino, ¿Saben?
El camino deben descubrirlo y recorrerlo ustedes mismos, su únicos guías serán sus ojos...
La Luna puede traicionarnos cuando menos lo esperamos, la Luna se puede mostrar indefensa y diminuta, la Luna puede destruir nuestro cuerpo, la Luna bendice con su luz para después traernos la sombra, la Luna... la Luna...

 

La ausencia y la esencia de lo que no esta, pero aún así puedo observarlo y contemplar su belleza, pero al mismo tiempo confundido, sin saber que se oculta detrás de esa máscara de felicidad. Pero solo por curiosidad, ahora debo afrontar la eterna melancolía, es el castigo por acercarse demasiado a eso que nadie vio, pero que aún así, sigue estando allí, esperando que vuelva por mas de su sádico pero tan deseado néctar.

 

De todas formas debo estar agradecido... no siempre una hermosa melodía debe ser bella y pasiva. Pero sigo creyendo que la vida es un castigo y la muerte un regalo...