Volviera la razón a la
inconsciencia y deshiciera mi
verdad, como altos nimbos
en el cielo gris de invierno.
Trocara en inhumano olvido la
heredad de mi silencio. Porque
como un presagio mate
habitas las palabras
amarillas que ignoran los sentidos;
convergieras, como átomos de
ocasionalidad que en tu alma lucen
nuevas, cual las estrellas de la vida.