Arrastra las cadenas de la ingratitud,
el lastre de la infelicidad,
el lacerante yugo de los odios
y el atosigante calvario de los recuerdos.
Se vistio de negro y se hizo piedra el corazón,
nada inmutaba su sentir,
sus caricias eran acido muriatico
que destruye en agonicas llagas.
La senda de sus desvelos,
el desgarre de sus quebrantos
en el desamor de sus legados
ya olvidados en cofre de marañas.
Las lagrimas gotas ,
de sangre incolora e insipida,
que en rios muertos se pierden
en las inquebrantables montañas.
En pergamino virgen ,
se plasmaron jeroglificos prehistoricos,
que nadie supo descifrar
y se arrastro en tiempo y era,
la soberbia de sus anhelos.
Cabizbaja y derruida ,
cueva en murales corroidos,
por efimeros y amorfos fantasmas,
que en danza de sicosis se ampara.
Se arrastra la medusa
y se paraliza el corazón guerrero,
que se refleja en la reina de la oscura falsedad.
Amo, destruyo, murio
y se envolvio en momia perenne su alma maltratada.
Asi se fue el siglo
y se volvio eternidad en la crueldad
y fria fosa que uso como su gran morada,
la dama oscura de la noche y la lujuria.
Hoy ya solo en brazos ,
de sus pecados alcanzo
el perdon de sus desconsuelos.
Libre y en paz esta su alma