Luis Elissamburu

Enemigos

Yo pensaba que era

el amigo perfecto.

Que renunciaba

a mi propio interés,

para beneficio del resto.

 

Creía que aquél,

era igual, en esencia.

Que su boca decía,

lo que su alma,

guardaba en inocencia.

 

Y el tiempo, tejió

la trama vil de lo opuesto.

Miramos el mismo mar,

mientras lamentamos

el tener que conocernos.