lemos maximiliano

No entiendes, te entiendo.

 

No entiendes, te entiendo.
No es tu culpa que ella ría
y que mis sentimientos titilen
con sus ojos enamorados.


No entiendes, te entiendo.
No es tu culpa que ella me mire
y en sus ojos me vea amado,
desnudo en sus brazos de esperanza.


No entiendes, te entiendo.
No es tu culpa que ella baile
y que mis ojos danzantes
añoren seguir su cintura.


No entiendes, te entiendo.
No es tu culpa que ella sueñe
tenerme en su lecho y beber de mis besos,
y yo querer entregarme locamente.


Llega el día en que se separan caminos,
donde alguien aparece y te acorrala.
Un castillo de arena que se derrumba,
el mar me seduce y me lleva en sus aguas.


No entiendes, te entiendo.
No es tu culpa que ella llore
y yo consuele su corazón roto,
deseando que sea mío en la mañana.


No entiendes, te entiendo.
No es tu culpa que ella exista
y que mis sentimientos me empujen
a amarla con locura.


No entiendes, te entiendo…



Lemos Maximiliano Daniel.