lemos maximiliano

El payaso del circo

 

La carpa inmensa multicolor,
viajera, inquieta, aventurera.
Dentro un payaso solitario,
capaz de hacer reír multitudes.


Necesito ver el cielo, escapar de esta jaula,
mi sonrisa pintada se borra con mis lágrimas.
Quiero sacarme esta mascara y que me vean llorar,
no fingir, mostrar lo que soy, solo un triste hombre.


Comienza el show, su sonrisa inmensa.
Los niños ríen, la gente aplaude.
La noche intensa, animales y malabaristas,
y el payaso, que brilla como el sol mismo.


Necesito sentir la brisa, la lluvia y la noche,
pero sobre todo el amor, los besos y caricias.
Quiero quitarme los colores que me envuelven,
y vestirme de gris, cual reflejo de mi alma.


De pueblo en pueblo, ciudad en ciudad,
la carpa se traslada sin descanso ni desazón.
Bailarines y músicos al ritmo de la carroza,
cantan y se divierten de viaje en viaje.


Necesito quitarme esta peluca y exhibir mi calva cabeza,
necesito hablar sin torpeza y mostrar mi verdadera voz.
Quiero gritar y cantar lo que siento y lo que pienso,
no fingir, ser uno mas y a su vez diferente en el montón.


Y llega el día, ¡globos y banderas!,
se pinta el cielo de azul y blanco,
la gente llega ilusionada a la función,
animales, acróbatas, malabaristas y un payaso.


Necesito encontrar aquel amor que paso viajero,
necesito volver a aquel pueblo a buscar sus ojos brillantes.
Quiero llegar, quedarme y perderme en ella,
no fingir, amarla y que mi hogar, esta vez, sea su corazón.


Lemos Maximiliano Daniel.