Yasdory Pernalete Oropeza

Anhelo de niña

Madre, cuando yo sea grande

Quiero ser tu misma,

Con tu gran belleza y con tu carisma.

 

¡Esa sencillez!, que te envuelve toda

Que te hace brillar y entregarte sola.

Cuando tuve  hambre me diste tu pan

Cuando tuve sed de ti la sacie.

Cuando tuve frio tú me cobijaste,

con bellas canciones tu, me acurrucaste!!!!

Ay, de aquellas noches en que yo enferme!!!

¿Mi cuerpo temblaba! de frio y dolor,

¡Pero solo al verte ¡me sentía mejor!

y con tus caricias todo me pasaba,

y la enfermedad,  ¡se me disipaba!

¡Madre, madre, solo hay una!

La que por las noches te mira al dormir

Y en su mente exclama

¡Qué hermosa criatura!,

¡Que el creador le de gran buenaventura!,

que en todos sus pasos sea él su guiatura,

que nunca una pena me lo haga sufrir

y que con valor supere,

la que por error  ¡le toque vivir!,

cuando yo,  no esté, para así cumplir

con esta misión que con gran valor

decidí  asumir, solo Dios te pido:

¡Que me lo ilumines,

Y que dejé en ti toda decisión

Que le cause angustia a su corazón.

 

Madre, solo tú así bendices

Y te entregas toda sin condición,

Por eso  hoy quiero ofrecerte

con mucha emoción

estas bellas notas de gran sencillez,

donde yo te entrego mi corazoncito,

que es tuyo, todito,

también quiero darte muchas bendiciones

¡y algún día mamá!,

¡cuando ya te toque, irte de este mundo!

¡con una plegaría pediré al creado!

que a ti te regale un lindo lugar,

para que del cielo, puedas observar

tu misión cumplida a cabalidad.