angelab

“La intrusa”

 

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Le vi disfrutar el sueño

Sumergido en el reposo

Como un niño que tuviera

Dimensiones de papá

¡Era tan tierna la escena!

Me sentí conmovida

Me acerqué cautelosa

Pretendiéndome inadvertida

Bebiéndole con los ojos

Mis manos fueron alondras

Mis dedos lagartos nuevos

Que al acecho de la presa

Recorren todo el espacio

De su cuerpo deseado

Caracolas en el pelo

Breves surcos en el pubis

Posé mi boca en sus plantas

Fui subiendo a la cintura

Le besé bien despacito

Me hice manantial

Fue mi lengua un pincel

Que dibujaba caricias

A veces era caverna

Guarida de su pirata

A veces era volcán

Que sacude sus entrañas

Tiemblan húmedos mis labios

Al contacto de hirsutos vellos

Ante la espada que yergue

Se me antoja cabalgar

Ya soy jinete

sentada

En la trémula

montura

Del indomable

corcel

Fundidos en uno solo

Están su cuerpo y mi cuerpo

En la fragua del amor

Danzamos acompasados

En delicioso vaivén

Hasta derramar las copas

De los efluvios colmadas

Caigo plena y rendida

En la oquedad de su pecho

Regresa a d o r m i l a d o

De su quebrantado sueño

Me dice: hubo una intrusa

Que me hizo despertar.