Mar M

De noche

Tomo de la oscuridad la luz que mi ánima antes perdió,

 

y del suicidio pasajero construyo mi reino

 

que se hacina desperdigado entre dramas,

 

trastocando las notas de mi alma en enfermedad.

 

 

 

Convierto la noche en aposento de letras,

 

hogar de puntos, fuego de comas,

 

y entrego a ciegas mis cantos podridos,

 

turbios momentos filtrados hasta mis pies.

 

 

 

Cetro de nubes, mandatario angustiante,

 

rubor de estrellas soñadas anteayer;

 

dormito dubitativo bajo el espíritu de Edison,

 

mientras espero intranquilo a que madure un nuevo sol.