Viven adjuntando el aire,
 viven ¡Tan sólo viven!
 inmolando puntos,
 
 el final de una historia,
 mueren contando el tiempo
 
 se dan las pausas para tomar un poco de aire,
 y volver en el instante propuesto por la vida...,
  
 inventando una respiración lenta, 
 en el motor de un corazón desvalido
 
 puntiagudos en sus puntas,
 cayendo al exilio de una estrella
 remordida por la indiferencia
 
 acontecida por un narrador muerto
 
 y unos personajes asesinados 
 
 por las gotas de tinta cayendo
 
 alfileres, todos y muchos
 
 apretando de punzadas el pecho
 
 en el exilio de los ecos
 
 en torno a una muerte omnisciente
 
 saberlo todo, hasta saber nada
 
 y saber que mirarás los alfileres cayendo
 
 sin saber que es un astro mendigo
 
 robándote la luz que ahora
 
 está en exposición de cines
 
 pagando tu libertad
 
 de vivir agujereada
 
 por los lamentos de estrellas llorando
 
 y lloran tus manos, lloran las punzadas
 
 lloran los segundos, lloran los tiempos
 
 Como hoy llora la lluvia, llorando lágrimas puntiagudas
 
 Ay el dolor que llora lamentos
 
 ay el dolor que llora alfileres
 
 como canción para mi muerte
 
 sin el testimonio del asesinato del universo...
 
¡Tan sólo mueren!