Galia

A mis nietos

                           

 Cuando me di cuenta los pichones crecieron y sola me dije, volverán algún día en otros cuerpitos, y los abrazaré de nuevo como cuando chiquitos…

Y un día se hizo realidad, aquellos sueños míos, volvieron a llenar mi patio de risas, juegos y gritos…

Esos eran niños como aquellos que un día levantaron vuelo, esos eran pequeños trocitos de los míos…

Aquellos pequeñuelos eran mis nietos, aquellos que soñara yo con tanto esmero.

Asoma el alba de cada día mío y mi mente los recuerda con mucho cariño.

En casa ya nadie juega, todos han crecido, pero en los rincones siempre queda un juguete que parece decirme, abuela me quedo contigo.

Cuando llega el domingo es una algarabía y cuando se marchan me quedo un vacio, de risas de ángeles que son mis nietos queridos.

Unos están lejos, pero muy apretados a mi corazón, los llevó conmigo donde vaya yo.

Otros están cerca y cuando besos les doy siempre son muchos para los que no están presentes hoy.

Cuántas noches y cuántos días rezo a mi señor, que no me los abandone, que me los proteja, que les de mucha salud.

Mis nietos son senderos de luces, de amor y alegría, son los que me alegra el otoño de mi vida y hacen que florezcan mis sueños de abuela. Tejiendo con hilos de seda, bordando con sueños de plata, pasan mis días creando cosas que con mis manos hago, para dejarles a ellos los recuerdos más bellos, que puede dejar una abuela.

Mis nietos, hijos de los hijos de mi alma a los que tanto amo.

Lo material se compra y se vende el amor se siente, y nadie, pero nadie puede juzgar este sentimiento. Y aunque mis hijos y mis nietos no estén conmigo los amo más que a nada el mundo!!!

 

                                            Abuela Galia