Antonio B.

Pensamiento confundido.

 

No tengo nombre, perdí sombra y apellidos, no siento, jamás comprendo, ni miro ni quiero, sorprendido de lo que piso, me mantengo erguido en un filo sin brillo, sabido de no ser nada más allá, de unos cuantos suspiros.

 

 

Tras mi, corretea un pasado de conciencia, salando mis labios de rosa pálido, lejos quedan, brincos de alegría y entusiasmo, imaginando lo que siempre fue soñado, lo que nunca supimos, lo que siempre deseemos.

 

 

Desconozco de mi todo, siempre me he mentido, muriendo por dentro solo, descarnado de amigos, dejo la tierra ignorante, de lo que en verdad he sentido, envuelto en mí ultimo suspiro, sacrifico el orgullo que de bueno, nunca nada tuvo.