Alejandrina

HABITADA

 

Habítame la mirada, 

enciende allí las teas

con  tus soles orientales.

 

Puebla mi geografía de caricias vírgenes 

deja en mis manos toda la urgencia

de tu piel tostada en la jornada.

 

Habítame en  la palabra escrita

que te nombra delirante,

y en los silencios...

hasta devolver el sensual quejido 

a mis cuerdas de cigarra.

 

Habita mi boca

de sabores fieros 

detén tu búsqueda en mis margenes,

derriba con ojos cerrados 

la ancestral pared de mis entrañas

y quédate amor mio ...

quédate a vivir en el hueco de mi cuello.

 

Que esta noche dormiré con tu nombre

mordiéndome los labios,

¡quiero despertar de ti, habitada¡

 

Alejandrina.