Ernes

Desnudos…

Un quejido rosado nace iluminando el cielo

ahí donde nosotros nos amamos desnudos sin hablarnos  

donde nos acariciamos como dos ciegos un suspiro

y entonces nace un infinito mar de besos en nuestros pechos

besos que incendian convirtiendo en cenizas el universo

el deseo crece y se extingue llegando a lo imposible

que es el olvidar tu cuerpo poblado de astros y deseos.