No quieres amor
recrearte
en los prados de mi pecho,
y endulzarte
con la miel de mi deseo,
¡ay amor!
como erizas mis pensamientos
al sentir, el aroma de tu piel,
y tú no quieres
abrigarte en mis versos,
y yo lo siento amor
porque en mis sueños
he de desnudar tu alma
y amar tu cuerpo.