En la yerta quietud de nuestras manos
yace extenuado un deseo indeciso,
negándose el instante a ser omiso
captura los motivos más cercanos.
Desnuda el pensamiento sus arcanos
vaciados de emoción sin previo aviso,
anhelos desprendidos de improviso
en bullente ansiedad danzan ufanos.
Los sueños se liberan de entropía
cargando nuestras manos de posibles,
obrando está el amor con su energía
con fuerzas al pensar incomprensibles,
ensancha del humano su valía
legándole pujanzas increíbles.