Regálame tus brazos cuajados de estrellas,
Regálame el silencio de la obscuridad de tus ojos.
Regálame el reflejo de la luna de tus pupilas…
Llévame de la mano por tus caminos,
Déjame beber del manantial de tu alma,
Déjame amarte a la orilla de tus sueños
y ámame con la luz de tus atardeceres,
regálame todas las cosas que importan
a la vez que pones frente a mis ojos nada…
Llena con tu voz mi madrugada,
Haz jirones los vestidos de mi cuerpo…
…Nada queda entre mis dedos de ti
después de amarte. Te quedas en mi vientre
como un niño recién concebido,
te quedas en mi alma mudo como un latido,
viajas en mi sangre a todos los rincones
de este cuerpo vivo de amor que te respira.
Quédate conmigo en mi regazo,
Llévate sólo el aroma de esta noche en tus recuerdos…