Poemas para el alma

Sol de paz eterno (soneto alejandrino)

Con la fresca tranquilidad de volar las nubes,

el firmamento iba siendo mas y mas abierto,

despejando, mi mente, lo que resultó incierto;

en ella, el aire solo sería de querubes.

 

Bella armonía en las estrellas, dijo: “si subes,

logrando lo que ninguno en sueños o despierto,

podrás volverte nuevo ángel con todo cubierto:

alas de cortesía, amor y pase eterno a clubes”.

 

No lo tuve que pensar dos veces, quise serlo;

descubrir lo que se siente do antes no vivido,

poner a prueba el espíritu, al miedo vencerlo.

 

Antes de empezar, respiré al oír el latido

del corazón (que triste no volvió así de hacerlo);

fue un sol de paz eterno, que hoy llevo agradecido.