borealara

Caricias para el alma y un respiro para el corazón

Un abrazo cálido y fuerte me devolvió la fortaleza ante sucesos desagradables y violentos, mi hija me dijo no vale la pena que llores y te sientas mal por unas palabras de una mujer que no vale pena mencionar. Mira toma las palabras de quién venga. Aún así sentí la necesidad de comentar que me habían ofendido de tal manera que no había manera de salir corriendo, por educación tuve que soportar reclamos  absurdos de una persona violenta. llegue a casa y en mi mente tenía presente palabras que me hirieron emocionalmente. Por la noche tomé el libro sagrado y leí el antiguo testamento y encontré palabras que dieron fortaleza espiritual, el libro de Samuel1 El cántico de Ana"Mi corazón se alegra con yavé, llena de fuerza me siento con yavé, ya puedo responder a quienes me ofendían-  basta de palabras altaneras no salga más la arrogancia de sus bocas, yavé es un Dios que todo lo sabe, él es quién pesa las acciones..se rompe el arco de los poderosos pero de fuerza se ciñe de los débiles" estas palabras hicieron que durmiera un poco. Ahora sé que estuvo bien que la dejara que dijera lo que sentía porque al final todo eso que salía de su boca eso es lo ella es. También se que Dios nos pone aprueba y a veces son cosas fáciles pero que en el momento que se presentan son muy difícil. Creo que para ciertas cosas hay que tener un carácter fuerte, pero en mi caso las lágrimas me traicionan y termino llorando. Quizás haya otra manera de expresar la impotencia hacia ciertas cosas. El consuelo de un hijo y de un amigo son cuerdas finas y dulces que levantan el ánimo y el carácter del alma.,  pasa el tiempo esas cosas que llegaron a lastimar la integridad quedan encajonadas en el olvido. Mis lágrimas me ayudan a darle un respiro a mi corazón que se estruja por ser tan sensible ante las cosas de la vida.