Me gusta ese puzzle de palabras, que se comen el aburrimiento.
Me gusta esa plaga de adjetivos, que rozan lo mágico sin llenar sus senos de melancolia.
Me gusta lo que dice lo que no dice, pero que dice lo que dice.
Me gusta pensar que la palidez de una tez blanca, está vinculada con la hermosura y la humanidad.
Me gusta saber que existen hadas, lo mismo que imagino que existen las mariposas.
Me gusta ser leal a mis principios, con sus matices locuaces de informalidad.
Me gusta el sabor de la mañana en el campo.
Me gusta el sabor del mar en la playa.
Me gusta el aroma de cesped mojado cuando llueve.
Me gusta un trozo de la tarta aunque sea pequeño.
Me gusta la lluvia que trae la brisa, la brisa que es el aliento del viento, el viento que es el alma del cielo, el cielo que es el corazón de la tierra, la tierra porque es donde estas tu, porque es donde un dia viviré yo.
Me gustan las facciones del ser humano, cuando sonrie, cuando piensa, cuando se asombra, cuando se llena de felicidad, cuando esta amando, cuando es amado, cuando es abrazado, cuando es besado, cuando está tan lleno de suspiros.
Francisco Peiró