Yolanda Barry

JUNTO AL ARBOL DE LIMON.

Recordé cuando tenía diez años,

la edad de la inocencia,

corría en el jardín sin prisas,

mientras mi papá escuchaba una sinfonía.


Mis juegos siempre eran acompañados

con música,nunca faltaba en casa,

a papá y a mamá les encantaba,

era tan grato verlos juntos disfrutándola.


Pero algo acabo con esa serenidad...

fueron tus ojos,tu mirar,

nunca ningún niño llamó mi atención,

de pronto ya no me intereso jugar.


Algo en mi pecho empezó a brotar,

aún siendo niña me sentí audaz,

a mi jardín te invité a pasar,

mirabas a mi papá con mucho temor,

_vamos amigo,puedes pasar,

solo recuerda que con tu balón

a mi amadas flores no debes lastimar.


¡Qué bella tarde la que pasé!

yo con tantas bromas me divertí,

sin pensarlo te volví a invitar,

eras amigo,alguien genial.



 


 



Así pasaron varias tardes,

por mi ventana te miraba llegar...

calma corazón,deja de soñar,

eres solo una niña,no hay más que hablar.


Una tarde te quedaste más de la cuenta,

te ví pensativo y apartado.

_dime mi amigo,¿te has cansado?

¿ya te aburrió jugar conmigo?

corriste al fondo de mi jardín,

ahí consentido había un hermoso

árbol,mi papá lo quería tanto,

era un limón...¡cómo olvidarlo!

corrí tras de tí sin pensarlo,

tus grandes ojos no dejaban de mirarme,

algo dentro de mí se estremeció,

sentí que un volcán hacia erupción,

por primera vez nos tomamos las manos,

ese calor jamás olvidaré,

lentamente nos acercamos

y por primera vez toqué tu piel,

toqué tu rostro,tus mejillas,

mientras tu, mi cabello recorrías

y llegó una magia que nos envolvía,

solo una canción se oía lejana,

no pudimos más,acercaste tus labios

a mi cara,yo no sabía que era lo que pasaba,

mi corazón se aceleraba

y pensaba pero no lo decía...

no pares amigo,lo necesitaba,

finalmente tus labios

rozaron los míos...vaya amigo,

que sabroso sabes,quisiera que ese

momento jamás acabara.


Muchas tardes pasaron

y nos tomamos cariño,

al final de los juegos

esperabamos ese momento

en que nuestros labios

pudieran acariciarse.


Ahora entre sueños te recuerdo,

recuerdo tus manos y tus risas,

recuerdo tu nombre y tus suaves labios,

lo que no recuerdo es que pasó con todo eso,

no sé si te fuiste o nos enojamos,

no sé ahora que fue de tí,

ya no estás más en mi jardín,

ya no está mi padre,mi querubin,

ya no  está aquel árbol,llegó a su fin.


Lo que aún está es esta mujer,

que con tus besos empezó a crecer,

fueron tus manos mi despertar,

fueron tus labios en mí,ansiedad.


¡Cómo quisera encontrarte ahora!

que miraras como he crecido,

me imagino que eres un gran tipo,

me imagino que seriamos más que amigos.


Vivo esperando ese momento,

quizá algún día regreses a tu viejo vecindario,

quizá busqués mi casa y a aquel árbol,

quizá me busques a mí y a mis labios.


YOLANDA BARRY.