Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

TIRRIA

 

 

 

Sin embargo quiero,  olvidarme de todo

de hacer versos quizás que hablen de los dos,

de repetir tu nombre encharcado en el lodo

o con zozobra inquirir sincero adiós.

 

 

O no s é qué es lo prudente cuando llega el olvido

en la apariencia ingrata de quererte olvidar,

pues cada vez que duermo a mi Dios sólo pido

que el rencor que te guardo ¡no me orille a matar!

 

Ya sé que no mereces el odio que te tengo

porque el que no perdona Dios no perdonará;

(eso dice mi Biblia) Pero sólo me abstengo

de seguirte queriendo  sin poderte olvidar.

 

¿Cuánto dura el olvido? Qué es martirio y calvario

que no se acaba nunca ni volviendo a querer,

eres como un viejo retrato en el armario

que aunque el polvo lo cubra siempre se deja ver.