Besarte 
 Tocarnos las yemas las narices 
 Las tantas directrices
 Que me unen y me apartan
 Sentirte
 Hacernos como escombros
 Escondernos
 Fugitivos de sustancias 
 Encontrare paz
 Vendrá a verme la siniestra mirada
Tentación, nivel, belleza, fama, triunfo
 Santos que me ayuden siempre harán falta
 Mientras me paro encorvada mirando mis dedos deslizarse en espejos
 Cuevas, ríos y calles me han cubierto ya de basta experiencia, me mido con mis propias varas.
 Meditaré con la ayuda de estos tres aerosoles y luego daré la vuelta en la esquina de tus ojos para no mirar atrás.
Será difícil tomarte la mano, dejarte ir y soplarle al cielo tu nombre.
 Seremos cientos de aves, tus plumas caerán en mí, lentas, lentas, lentas.