han-jael

La espina

Llegara el día en que no haya nada que decir;

en que no tenga que fingir

que no te amé

y que ya no te odio.

 

Cuando será ese día?

Quizá, muy pronto,

tal vez sea eterna la espera.

 

Yo tengo la ilusión

que en un momento no tan lejano

mi deseo mas vano

se desvanezca y te desvanezcas tu.

 

Si dejo de pensar en ti

te podre olvidar,

no solo en el corazón

sino también en la mente.

 

Mientras, todo se enreda y se revuelve

ocultando la verdad real

de tu proceder que no entiendo

y no me entiendes tu.

 

No existe indicio de lo que no fue

e inútilmente lo mantenemos vivo

creyendo que nos hará feliz.

 

Ni siquiera tenemos un motivo

de porque seguimos aquí,

así,

pretendiendo que lo imposible

solo cuesta un poco mas.

 

Yo pido tu amistad sin tener la convicción

y tú la entregas con doble tu intención,

como si creyeras que se anula mi intuición

logrando embelesarme.

 

Eres hombre y yo mujer,

No somos iguales, nadie tiene la razón.

Yo soy mesura y tu solo pasión.

Tiene que llegar el día

En que los dos digamos adiós.