Luis Aguilar Solis

ESTUDIANDO MI SER

En esta realidad estoy atravesando sin descanso una y otra vez el mismo camino, cubierto de espinas, espinas que desgarran mi piel, drenan mi sangre... complaciendo su sed de dolor... provocándome tanto tormento como solo seres milenarios pueden causar, eternos, sin sentimientos, sin remordimiento, sin límites ni descanso, cuya única misión es hacer de mi existencia un juego sádico, plagado de horrores, pero para mí es desmesuradamente atrayente, me hallo tendido con la mirada hacia el cielo, pensando en que tanto placer disfrazado de dolor piensa provocarme mi torturador, mi verdugo, la condena perpetua de mi alma inmortal... no hay salida, no hay salvación, estas palabras no merecen el desgaste de tus ojos, de tu saliva, no me mires, no me pienses, que mi único consuelo es que jamás pueda ser recordado, no ser extrañado, después de todo, de que sirve amar el dolor si no lo tienes ocupado trabajando en ti mismo, y sí, soy celoso de mi dolor, lo deseo todo para mí, mi condena es solo mía... las luces se van atenuando, el sonido va desapareciendo, los sentidos se van alejando, solo hay oscuridad... cada vez más distante... más profunda, más inmaterial... qué hermoso final.... me gusta mucho...