marco augusto

Reflexionando

Reflexionando

Reflexionando sobre las blancas arenas,
de las paradisíacas costas,
de mi venerada ciudad,
sosegado he contemplado,
en el horizonte lejano
un anaranjado
y jubiloso crepúsculo,
mientras se consumen las largas horas,
de mi triste realidad.
He visto arribar,
las olas enamoradas del mar
con sus cretas blancas
de amores sin límites a la playa acariciar.
He advertido como un tierno capullo
se transforma en una bella flor,
para que el rocío enamorado
de la mañana,
regrese con sus gotas cargadas
de diaria devoción,
a saturar de humedades,
sus delicados pétalos,
de fresca ilusión.
He contemplado extasiado,
el arribar de enamoradas abejas,
llegar desde distantes colmenas,
para degustar la miel pura,
que le ofrenda la delicada flor,
con su constante y fiel lealtad.
He visto encandilarse las mejillas,
de enrojecido carmín natural,
a una delicada doncella,
cuando su enamorado,
un beso de amor le ha querido robar.
He dejado mil huellas de amor
por las arenas olvidadas de la existencia,
sin que llegue aquella ola,
a borrar mis profundas pisadas
y se queden grabadas en mis tiempos,
como este frío que enchina la piel,
ya sin un nuevo oasis,
para calmar mi sed de amar.
Al antiguo templo del querer,
cada día le llevo nuevas peticiones,
aunque lapidado,
de ausencias viva hoy.



Autor: Marco González Almeida
Venezuela 4 de noviembre del 2012
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