PACOI

Dónde estas? Te necesito aquí

Dónde estas?
Te necesito aquí, hoy que estoy triste.
Ven, déjame verte, déjame conocerte, déjame aspirar a poseerte y tenerte para mí. Aunque sea nuestro secreto, solo nuestro secreto.
Quiero sentirte entre mi piel y fundirme entre tus brazos, quiero sentir tus dulces caricias recorrer mi cuerpo de norte a sur.
Bésame, dame la humedad de tu lengua, de tus labios, haz que tu saliva se confunda con la mía creando el sabor del temperamento.
Regálame la dulce sensación de tus manos, haz que te pida más cada vez y que nunca quede satisfecho ni saciado de ti.
Tócame, y mírame a los ojos mientras sientes como mis dedos hábiles exploran tus lugares más íntimos y húmedos.
Me dices ...¡Sigue ahí, no pares por favor! Explora, siente conmigo y averigua que más encuentras, mientras observas la pasión que desencadenan tus travesuras en mi rostro.
Sonríeme, búrlate de mi gozo, de mi placer, de la satisfacción que me haces sentir con cada movimiento en falso.
Ya te siento cada vez mas cerca, parece que eres mi dueña y que manejas mis sensaciones y sentimientos a tu antojo.
Aprovéchate, no dejes pasar la oportunidad de poseerme, de dejarme sin aliento de hacer tuya cada centímetro de mi cuerpo.
Te Cómere, succionare todo lo que me gusta de tí, devórare cual si fuera un niño amamantando, los muérdere ellos me lo piden ¿no ves que quieren mas?, quieren brotar y endurecer de placer.
¿Te gusta?
Pues a mí más.
Te Penétrare, invádire; conocere tu mundo de pasión por medio de mi miembro viril, entrare y saldre de tí robándote los suspiros y el poco aire que me sobra. Y quédare aquí para siempre dentro de tí, no saldre nunca.
Róbame, róbame del mundo natural y llévame al trance, a lo desconocido, a lo perplejo, al sentimiento máximo del placer nombrado clímax, a donde mueres por un segundo y regresas a la vida sin darte cuenta.
Abrázame, consuela mis ansias y calma mi respiración, dame tranquilidad y hazme dormir con un beso.
Después te despértare y me dúchare, aseare todos los lugares íntimos en donde deje huella, posteriormente aliméntare y repitere todo paso a paso nuevamente sin parar, hasta que envejezca y muera en tus brazos.
Entiérrame y despídete de mí. No olvides antes poner una flor entre mis manos sin vida, ya que esta me inyectará tu esencia, tu calor, tu respiración, todo lo mejor de ti, lo cual me hará vibrar aun muerto y encerrado.