Hugo Emilio Ocanto

Mi hijo, ladrón asesino

Servime la comida.

No, papas no quiero.

Un poco de tomates

con ajo, veo que hay.

Dame solamente eso.

Dame agua.

Sí, agua. ¿ te sorprende?

¡Me rompes todos los días

que deje de tomar,

y ahora que lo hago,

me estás insinuando

que tome lo que

no quiero tomar!

Esta servilleta está sucia,

no la quiero.

Dame una de papel.

No me digas que

no tienes tiempo de lavar

este pedazo de tela.

¡Sí, estoy nervioso!

¿y qué?

Como para no estarlo.

Recién acabo de venir

donde está tu hijo.

¡Bueno, el nuestro!

El nuestro...

hubiera sido

preferible parir un animal.

¿Por qué me miras así?

Oh... vos nunca estás de acuerdo

con lo que yo digo.

¿qué dices... y a vos qué 

diablos te importa?

¡Sí, tomé afuera!

Mejor dicho: ¡bebí afuera!

Como le gustaría a tu

mamita que hable.

Refinadamente...

educadamente...

elegantemente...

¡Vieja tonta... voy a decir

lo que se me antoje!

¿quién sos vos para decirme

qué es lo que

tengo que decir?

¡Digo lo quiera!...

No me preguntes por ese atorrante...

no me lo dejaron ver.

Está incomunicado

por mal comportamiento.

¡Sácate esos zapatos del diablo!

¡Me molesta ese taconeo

al punto de romperme las orejas!

Los oídos... los oídos...

está bien... mamá gorda...

¡qué no le falte el respeto!

¿y ella, ella no me falta

el respeto a mí?...

Dejémoslo ahí, señora duquesa...

¡tonta, igual que tu mami!...

Ahora sí voy a tomar

un gran vasote de vino.

¡vuelta a preguntarme,

no, no lo vi te dije!...

Siempre me has echado

la culpa de que

 malenseñé a tu bebé...

¡nuestro bebé... y ahí lo tenemos...

enjaulado, por ladrón!...

Me dan ganas de tirar

todo... todo lo que hay a mi paso.

Estoy cansado de esta vida miserable.

Todo aumenta...

aumenta... aumenta...

¡ y estos que nada hacen

para que podamos vivir mejor!

Por momentos me pongo a pensar...

si no sería mejor hacer

lo que hizo nuestro hijo...

¡robar, sí, robar para poder

vivir más decentemente!...

Para sacarnos esta pobreza de encima.

¡uno se desloma trabajando y no 

ganamos una mi...!

Dame un pañuelo... ¡lavado!

Tanto sacrificio para qué...

Para tener que soportar

injusticias y vergüenzas ajenas.

¿vos no comés?...

Ah, comiste ya.

Gracias por esperarme...

Sí, tenés razón...llegué muy tarde...

hay veces que no quisiera volver...

Me asquea esta casa.

¿casa? ¡este rancho!...

y no le han mentido...

así es... tu marido en curda...

y tu hijo en cana...

bueno, nuestro hijo...

¿ya me mandas a dormir...

qué hora es... once y media ya?

¡claro, me demoré en el boliche!...

¿cómo andá a dormir la mona?

Un poco de respeto, che.

¿quién es el que

manda aquí?

bueno, bueno...

por tu respuesta,

te voy hacer caso...

pero pienso... que él

no tendría que haber robado...

aparte... aparte...

tampoco haberlo matado...

¡asesino, mi hijo asesino...

ladrón... ladrón asesino!...


Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto- 03/11/2012)