Aaron Rizo

El Mujeriego y la Ramera

 

Solitarios despertares en sus vidas

siempre esta vacío el otro lado de sus camas

se duermen abrazando a sus parejas

y despiertan arrullando sus almohadas.

 

 La felicidad para ellos no existe

ya su corazón de tristeza siempre viste

no hay en ellos mas cariño ni amor,

se han clavado ellos mismos la espina del dolor.

 

He aquí el resultado de sus vagos pensamientos

añorando las caricias, recordando aquellos besos

en sus cuerpos ya marchitos por el paso de los años,

arrullando sus almohadas y durmiendo aun mas solos.