han-jael

LuciƩrnaga

 

Te lloré.

Lloré hasta marchitarme.

Hubiera sido maravilloso

todo lo que no paso entre nosotros;

pero solo “hubiera”,

no hay que lamentarse por lo que no existe.

 

Me ensimisme en tu ideal,

pero ahora sé que no es real.

 

Como una estrella te compare,

porque le diste luz a mi vida

y así me enamoré

pero luego te volviste obscuridad

y cuando querías

me volvías a alumbrar

y te ibas a volar

lejos de mí

y regresabas a mi junto, otras mil.

 

Cuando yo te vi,

lo acepto, me perdí

y luche por tu amor,

amor de un rato,

de un solo beso,

pero a pesar de eso,

con vehemencia te amé.

 

Hoy sé quien eres

y lo que de ti puedo esperar.

Hoy sé que es mayor la oscuridad

de tu alma que la luz que puedes dar.